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Estefania San Miguel

Transformando vidas en Chala: La Escuela de Madres y Padres de EIC

¡Hola, querida comunidad!

Hoy vengo a contarles cómo ha sido mi experiencia en el despliegue del programa “Habilidades EIC – Escuela de Madres y Padres” en el distrito de Chala, provincia de Caravelí, región Arequipa.

Por segundo año consecutivo y gracias al auspicio de Minera Veta Dorada, hemos desplegado nuestro programa en los colegios más representativos de su zona de influencia operativa, dirigido a las madres, padres y/o tutores del entorno principal que tienen los estudiantes: EL HOGAR.



En cada uno de nuestros talleres, hemos dotado a los participantes de estrategias que los ayuden a guiar a sus hijos e hijas en los retos propios de cada etapa de la niñez, considerando como temas trascendentales:

  • Deberes y derechos

  • Autoconocimiento y autoestima

  • Gestión de emociones

  • Comunicación asertiva

  • Ciudadanía activa

  • Empatía y bullying

  • Retos y desafíos de la adolescencia (educación sexual integral)

  • Habilidades socioemocionales

  • Tecnología



En esta oportunidad, hemos trabajado con nuestro cuadernillo Qhalikay, un recurso propio elaborado por nuestras especialistas y diseñado para cada uno de los niveles de la educación básica regular en el Perú: inicial, primaria y secundaria. Con este material, las madres y los padres realizaron ejercicios y anotaron los puntos que consideraban claves para su aprendizaje y la interacción con sus hijas e hijos.


Es gratificante evidenciar el compromiso y la responsabilidad de las familias en el aprovechamiento de cada uno de los espacios de aprendizaje creados para los talleres. Las dinámicas para escuchar sus experiencias, intercambiarlas, aprender de ellas, tener la guía de las especialistas, y entender que cada uno de nuestros hijos e hijas es un mundo diferente y que debemos aceptarlos y guiarlos con amor, sin perder autoridad, nutren mucho más el conocimiento que se llevan cada uno de los participantes consigo.


Algunas madres me contaron cómo les habían servido las estrategias que aprendieron en los talleres de la edición del 2023 y que les gustó la idea de poder reforzar estos conocimientos adquiridos y aprender otros más, con el fin de comprender y comunicarse asertivamente con sus hijas e hijos. Teniendo en cuenta que estamos en constante cambio y que lo que pudieron haber vivido ellas en su niñez es completamente diferente a lo que se vive ahora. La tecnología y la migración extranjera han marcado y cambiado mucho las costumbres propias del lugar. En cualquier aspecto, este fenómeno ayuda a ampliar nuestros horizontes respecto a lo que podemos aprender de culturas diferentes a la nuestra, sus formas de alimentarse, divertirse, socializar, etc.


Es tarea de los padres guiar a nuestros hijos respecto a lo que consideramos serían buenas prácticas que los ayuden a ser buenos hijos e hijas y mejores ciudadanos. No podemos ser ajenos al contexto que vivimos actualmente en Latinoamérica, pero sí podemos adaptarnos de la mejor manera para lograr un espacio seguro en el que se puedan desenvolver nuestros hijos e hijas.

Por otro lado, el respaldo de cada uno de los directores de las instituciones educativas con las que hemos trabajado ha sido crucial. Su apoyo en las convocatorias, el acceso a los espacios físicos, el promover la asistencia de las madres y padres, el recibimiento al equipo de proyectos, etc., nos han ayudado a lograr el éxito del programa. En definitiva, los directores son pieza clave en el despliegue de los talleres y estamos muy agradecidos por su gran apoyo y siempre cordial acogida.



El cierre de nuestros programas siempre es dinámico y divertido, pues buscamos la interacción y, sobre todo, la integración de todos los padres de familia, que muchas veces, siendo sus hijos e hijas compañeros de salón por varios años, los padres llegan a conocerse recién hasta que empiezan las actividades por la promoción de sus hijos.



Como reflexión frente a mi experiencia, diría que es muy necesario que las instituciones educativas de todo el Perú tengan en su planificación anual un programa de escuela de madres y padres enfocado en la identificación de las necesidades emocionales de sus hijos e hijas y en brindarles estrategias que los ayuden a comprender y ser el soporte socioemocional que estos necesitan, contribuyendo a un entorno familiar más saludable que favorezca el rendimiento académico y el bienestar general del estudiante. Este programa ayuda a fortalecer la relación de las familias y el proceso formativo, promoviendo el desarrollo integral de los estudiantes. Teniendo en cuenta que las madres y los padres son los primeros educadores, su involucramiento es esencial para complementar el trabajo de los colegios en áreas como valores, disciplina y hábitos de estudio. Además, brinda a los padres conocimientos sobre la prevención de problemas como el bullying, el acoso escolar, las adicciones o la violencia, ayudando a construir entornos más seguros y saludables para los estudiantes.




Escrito por

Zoila Gonzales,

Coordinadora de Sostenibilidad y Alianzas en EIC.

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